Una de las escenas más cotidianas para quienes compartimos nuestra vida con gatos es el acicalamiento.
Cuando están relajados, es una práctica común el empleo de la lengua para peinar y mantener sano y limpio su pelaje. Como contrapartida, nuestros compañeros felinos ingieren pelo, y aunque lo pueden eliminar sin problemas junto a las heces, en ocasiones puede generar complicaciones. Ayudar a nuestro gato a eliminar el pelo muerto y evitar que acabe en su estómago no es el único motivo por el que es una buena idea que lo peinemos: también nos sirve para comprobar la salud de su piel, encontrando posibles lesiones (heridas, irritaciones, bultos), y alertar sobre la presencia de parásitos en el pelo, como pulgas, garrapatas o, menos frecuentes, piojos. Además, cepillar a nuestro gato nos va a ayudar a crear un vínculo afectivo con nuestro gato.
El peinado nos va a ayudar a crear un vínculo afectivo con nuestro gato.
¿Cómo cepillar a un gato?
La acción del peinado es muy sencilla, y la forma en que lo hagamos también va a depender de las preferencias de nuestro compañero felino, pero en general tenemos unos pocos consejos que nos pueden ayudar a empezar o a mejorar el acicalamiento:
Si nuestro gato tiene el pelo corto, lo mejor es emplear un cepillo con cerdas suaves para evitar irritar su piel por la repetición de las pasadas. En cambio, si tiene el pelo largo, lo ideal es un cepillo con cerdas metálicas con punta de plástico.
Cepillar a un gato por primera vez
Si nunca lo hemos hecho y queremos empezar, lo mejor es introducir la actividad de forma gradual y
siempre que el gato se encuentre relajado. Podemos intercalar el ofrecimiento de golosinas con el peinado, o incluso hacer ambas cosas a la vez hasta que se acostumbre y ya no sea necesario.
También es útil enseñar y dejar oler el cepillo antes de empezar, y tantearlo realizando un suave peinado con nuestros dedos para comprobar su respuesta.
Naturalmente, cuanto más joven sea el gatito más fácil será que acepte el peinado. Si todavía es un cachorro, podemos incluso comenzar usando un cepillo de dientes limpio, para buscar la semejanza con la lengua de su madre.
¿Cómo cepillar un gato que no se deja?
Ya sabemos que hay algunas partes donde a los gatos les gustan más las caricias, como las mejillas, el
mentón y la parte superior de la cabeza. Pues es por aquí por donde es mejor empezar, y ya después pasar
a las partes donde tienen menor tolerancia al contacto.
Si no les gusta mucho que lo peinemos, sobre todo al principio, es mejor realizar varias sesiones cortas a una muy larga. No es necesario peinar todo el cuerpo de una sola vez, sino que podemos ir por partes si de
ese modo lo tolera mejor.
Por último, pero no menos importante, debemos mover el cepillo en la misma dirección de la capa de pelo.
Consejos sobre el cepillado de gatos
Esperamos que estos consejos os sean de utilidad. Como decíamos al principio, peinar a nuestros gatos nos ayudará al mismo tiempo a cuidar su salud y a conectar con él.
Te invitamos a ver un video de un paciente hospitalizado en nuestra clínica, al que el cepillado le ha ayudado a estar más calmado a pesar de su dolencia: